Plan de acción territorial de ordenación y dinamización de la Huerta de Valencia
El Plan de acción territorial de ordenación y dinamización de l'Horta de València tiene como objetivo la preservación de l'Horta como un sistema productivo, ambiental y cultural integrado, cuyo elemento clave es el campesinado. El plan no busca proteger a l'Horta desde una visión museística y petrificada de este espacio, sino a través de la configuración de un espacio vivo, productivo, rentable y sostenible desde la triple dimensión económica, ambiental y social.
Los paisajes agrícolas han estado sufriendo una fuerte transformación en todo el conjunto de Europa y especialmente en el arco mediterráneo, donde la desaparición del suelo agrario que se transforma o abandona se ha incrementado de forma notable. La región valenciana se encuentra entre las áreas en las que ha desaparecido mayor superficie agrícola (respecto de la media europea) para sustituirla por usos de carácter urbano.
La Huerta de Valencia es un espacio agrario, un paisaje cultural singular, que a pesar de su importancia en lo que respecta a la soberanía alimentaria de Valencia y los servicios ecosistémicos que proporciona se ha visto amenazada por varios factores externos e internos: una fuerte presión urbanística, las dificultades para garantizar la viabilidad de la actividad agraria y la carencia de relieve generacional (entre otros).
Las primeras voluntades de protección de l'Horta desde las administraciones se iniciaron en la década de los noventa (por ejemplo, se mencionaba en el Plan verde de la ciudad de Valencia). También fue una demanda de la ciudadanía durante muchos años, con un momento álgido en 2001 con la presentación de una ILP por la protección de l'Horta con más de 117.000 firmas.
En 2005 fue cuando el gobierno de la Generalitat de Valencia empezó a trabajar en un nuevo plan de ordenación territorial de l'Horta y cuando se empezó a idear el Plan de acción territorial de ordenación y dinamización de l'Horta de Valencia. Entre otros, este plan tenía como puntos principales la protección del suelo agrario, la inclusión de l'Horta en la infraestructura verde y la dinamización de la actividad agraria.
- Modificar el actual modelo de desarrollo bajo pautas de sostenibilidad.
- Mantener la actividad agrícola y el paisaje de l'Horta.
- Revitalizar l'Horta introduciendo nuevas actividades económicas.
- Proteger y poner en valor los recursos de l'Horta.
- Promover el uso y disfrute público de l'Horta.
- La importancia de la coordinación entre el PAT y el Plan de Desarrollo Agrario de la Huerta de Valencia (PDA).
- La importancia del estudio de paisaje y de la evaluación ambiental, que fueron referencias clave en todo el proceso de toma de decisiones para definir el plan de acción territorial de ordenación (mediante la definición de las diversas tipologías de paisaje de l'Horta, la creación de un inventario de bienes culturales y de patrimonio, la identificación y descripción de las infraestructuras clave, como el sistema de regadío, etc.).
- La importancia de los procesos participativos en la ordenación del territorio y en la gobernanza de espacios como l'Horta, ya que permiten generar más consenso social y también difundir extensamente la propuesta.
Se trata de un proceso dilatado en el tiempo y resulta difícil determinar su presupuesto inicial. Se destinó sobre todo a recursos humanos: por un lado, el personal técnico de la Conselleria, y, por otro, los informes y asesoramiento encargados a entidades externas.
En 2018, cuando se aprobó el plan de acción territorial, se previó una partida presupuestaria para implementar las acciones priorizadas en el plan de dinamización agraria.
No fue hasta que se constituyó el órgano gestor de estas acciones (el Consell de l'Horta), en 2019, cuando se empezó a gestionar realmente este presupuesto, para el que se preveían (según el año ) entre uno y dos millones de euros anuales.
