La jornada 'Alimentamos a Barcelona” reúne a más de 200 participantes, principalmente técnicos y concejales de ayuntamientos y otros entes locales de la provincia.
La Diputación de Barcelona acogió ayer una jornada histórica sobre políticas alimentarias municipales que, bajo el título 'Alimentamos a Barcelona', reunió a un amplio abanico de administraciones públicas catalanas con competencias en alimentación, en un encuentro sin precedentes por su dimensión y carácter integrador. Organizada conjuntamente con el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB) y en colaboración con la Oficina Conjunta de la Alimentación Sostenible (OCAS), la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, la iniciativa congregó a más de 200 participantes, principalmente técnicos y concejales de ayuntamientos y otros entes locales de la provincia. El evento contó con la intervención de expertos nacionales e internacionales, quienes compartieron valiosas experiencias en la transformación de los sistemas alimentarios de proximidad.
“La gestión de los espacios agrarios es uno de los grandes retos que tenemos en la provincia de Barcelona”, afirmó Xesco Gomar, presidente delegado del Área de Espacios Naturales e Infraestructura Verde de la Diputación, quien subrayó que el apoyo al espacio agrario “es un compromiso de 365 días al año” que debe reflejarse en los presupuestos.
La presidenta de la Comisión Ejecutiva del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona y vicepresidenta de Acción Climática del Área Metropolitana de Barcelona, Janet Sanz, presentó datos alarmantes sobre la situación actual: “En los últimos 60 años hemos perdido entre el 60% y el 80% del suelo agrícola metropolitano”. Sanz destacó que el área metropolitana solo produce el 2% de lo que consume en frutas y verduras, y el 0,5% en carne, cifras que evidencian una “gran dependencia del exterior”.
Josep Montasell, cofundador del Parque Agrario del Bajo Llobregat, puso de relieve la importancia de la conexión emocional con el entorno, señalando que “lo más próximo no es lo que tenemos más cerca, sino lo que sentimos más cerca”. Por su parte, Anna Roca, consultora de proyectos agroalimentarios, destacó la necesidad de articular las iniciativas municipales a través del diálogo: “Los ayuntamientos ya están haciendo cosas, pero deberían coordinarse con el resto de actores de manera más dialogada”. Roca enfatizó la importancia de reducir la dependencia alimentaria y subrayó que la estrategia alimentaria en una ciudad inteligente es clave para garantizar la subsistencia alimentaria de toda la población, especialmente de los colectivos más vulnerables.
Sònia Callau, jefa de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación de Barcelona y coordinadora del programa Barcelona Agraria, instó a los ayuntamientos a desarrollar políticas alimentarias propias: “La alimentación forma parte de muchas políticas municipales; son intersectoriales. Es necesario avanzar hacia un modelo más saludable, sostenible y de proximidad”. Callau resaltó algunos datos relevantes del sistema alimentario del territorio: en los 311 municipios de la provincia se preparan 18 millones de comidas diarias, se desperdician 35 kg de alimentos por persona cada año, y el sector alimentario genera el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, animó a los ayuntamientos a aprovechar sus competencias en ámbitos como el abastecimiento de agua, el control de alimentos, la gestión de residuos, los mercados, la protección medioambiental, el urbanismo o la defensa de los consumidores para transformar el modelo alimentario actual.
La jornada sirvió para presentar diversas iniciativas innovadoras, entre ellas la Oficina Conjunta de la Alimentación Sostenible (OCAS), un instrumento interadministrativo pionero que coordina los esfuerzos de distintas instituciones del territorio. Joan Gòdia, director general de Empresas Agroalimentarias, Calidad y Gastronomía de la Generalitat de Cataluña, anunció que “más del 50% de los alimentos deben ser de proximidad” y destacó la importancia de impulsar la futura Ley de la Alimentación de Cataluña, que establecerá un marco normativo transformador para garantizar el acceso a alimentos saludables, la equidad en la cadena alimentaria y la seguridad alimentaria del territorio.
Por su parte, Màxim López, gerente del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona, destacó la trayectoria de la ciudad en este ámbito: “Hace 30 años que el ayuntamiento convierte los mercados municipales en una forma de relacionarnos con el entorno”. López subrayó la necesidad de una visión integradora: “Es fundamental sumar a todos los agentes, desde el productor hasta el consumidor, teniendo en cuenta toda la cadena”.
Las experiencias internacionales demostraron que la transformación de los sistemas alimentarios urbanos no solo es posible, sino imprescindible. Elisa Porreca, responsable de Política Alimentaria del Ayuntamiento de Milán, explicó cómo la ciudad italiana ha conseguido reducir el consumo de carne roja en los comedores escolares mediante una estrategia integral que incluye formación al profesorado y talleres con las familias. Por su parte, Philippe Lemanceau, de Dijon Métropole, presentó un innovador pacto territorial que rompe con la tradicional división entre ámbitos urbanos y rurales, creando sinergias entre productores locales y el sector de la restauración.
Josep Manuel Pérez, representante de Valencia, destacó el papel de la ciudad en redes como Municipios por la Agroecología y compartió la experiencia de los consejos alimentarios sectoriales consultivos, que han permitido trabajar la gobernanza de manera transversal con agentes sociales y organizaciones profesionales. Desde Barcelona, Manel Torrent señaló que la adhesión al Pacto de Milán ha sido el punto de partida para desarrollar la estrategia Barcelona 2030, que se ha materializado con la creación de la OCAS como instrumento de coordinación interadministrativa para impulsar un sistema alimentario más saludable y sostenible para toda la ciudadanía.
Otro de los momentos destacados de la jornada fue la intervención de Gisela Varias, de Terra Pagesa, una iniciativa de Unió de Pagesos en colaboración con diversas administraciones. Varias presentó un proyecto innovador que fomenta la comercialización y el consumo de productos de proximidad y de temporada de la pequeña y mediana agricultura catalana.
Para cerrar la jornada se llevaron a cabo una serie de talleres de mentoría sobre políticas alimentarias locales, que exploraron cuatro etapas clave: la preparación del terreno, el diseño de la carta alimentaria, la elaboración del plan alimentario y la creación de consejos alimentarios. Los talleres pusieron de manifiesto los retos de cada fase, como la necesidad de generar consensos, fomentar la participación ciudadana, involucrar a todos los actores del sistema alimentario y crear estructuras de gobernanza que permitan transformar las estrategias en acciones concretas. Entre los expertos del ámbito local que compartieron sus experiencias en los talleres se encontraban representantes del Espacio Agrario de Mataró, el Parque Agrario de la Cuenca de Ódena, el Espacio Agrario de la Baja Tordera y el Parque Agrario del Bajo Llobregat.
Sònia Callau celebró el creciente interés de los municipios por desarrollar sus propias estrategias alimentarias. Según Callau, esta tendencia refleja un compromiso firme hacia modelos más sostenibles, saludables y resilientes que respondan a las necesidades locales y contribuyan a la transformación del sistema alimentario.
Para más información sobre cómo diseñar e implementar estrategias alimentarias locales, puedes escribir a Sònia Callau, responsable de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación de Barcelona y coordinadora del programa Barcelona Agraria.
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