Albert Maeso (Barcelona, 1994) se graduó en Ingeniería de la Energía por la Universitat Politècnica de Catalunya y recientemente firmó un contrato con un propietario de tierras en Olesa de Montserrat que le permite cultivar olivos e higueras para su propio consumo. Este contrato lo firmó con el apoyo del servicio de asesoramiento del Banco de Tierras del Parque Rural del Montserrat, facilitándole el acceso a una actividad que lo ha atraído desde su infancia.

Maeso ha aprendido el oficio de agricultor gracias a sus abuelos maternos, quienes siempre han vivido de la tierra y gestionaron una granja durante muchos años. La pasión, la vocación y el conocimiento le vienen, pues, de familia. Sin embargo, no heredó tierras, por lo que está muy satisfecho con la existencia de los bancos de tierras, herramientas que conectan a propietarios de fincas agrícolas que no pueden trabajar con personas interesadas en cultivarlas. También aprecia que los servicios que ofrecen vayan más allá del asesoramiento en la redacción del contrato de arrendamiento, siendo también espacios de aprendizaje, acompañamiento y apoyo a la emprendeduría agraria. Albert Maeso quiere continuar formándose y, de hecho, asiste periódicamente a los microcursos que organiza el Banco de Tierras del Parque Rural del Montserrat.

En primer lugar, enhorabuena por la firma del contrato de arrendamiento de tu primera finca. ¿Te sientes preparado para gestionarla? ¿Tienes formación en el ámbito agrícola?

Estudié Ingeniería de la Energía en la UPC, pero actualmente trabajo en el sector del ocio con niños y jóvenes. En cuanto a formación en agricultura, he aprendido de mis abuelos maternos, que siempre han vivido de la tierra; fueron granjeros durante muchos años, y pasé mucho tiempo con ellos. Hoy en día, ellos son el pilar que me mantiene arraigado a esta región. También he aprendido técnicas más sostenibles y ecológicas de agricultura de manera autodidacta.

Entonces vienes de una familia de agricultores.

Sí, vengo de una familia de granjeros y agricultores, y estaré eternamente agradecido. Mis abuelos me enseñaron la dureza y la belleza de la vida rural. Una vez que experimentas la satisfacción de comer lo que han cultivado tus propias manos, es difícil renunciar al deseo de ser cada día un poco más autosuficiente, dar buenos alimentos a las personas que amas e intentar mantener vivos los conocimientos ancestrales que se han transmitido de generación en generación para lograr la mejor cosecha posible.

«Una vez que experimentas la satisfacción de comer lo que han cultivado tus propias manos, es difícil renunciar al deseo de ser cada día un poco más autosuficiente» Albert Maeso

¿En qué habías trabajado hasta ahora?

He trabajado en sectores muy diversos. Actualmente, soy monitor de ocio, pero también he sido captador de socios para ONGs, ayudante de carpintero de aluminio y peón agrícola.

¿Desde cuándo tienes tierras?

No creo que podamos hablar de "tener tierras" en el sentido más estricto. A principios del verano de 2020, llegué a un acuerdo de cesión con el propietario del terreno que actualmente trabajo. Así que, aunque tengo el terreno en cesión, evidentemente no soy el propietario.

¿Cómo las conseguiste?

Estaba decidido a encontrar un terreno en la zona de Montserrat, así que pasé unos meses buscando en los alrededores de Olesa y preguntando a los vecinos si conocían a los propietarios de terrenos abandonados que pudieran interesarme. Finalmente, después de seguir varias pistas, encontré uno que resultó ser del abuelo de una chica del pueblo que conocía desde hacía años. Me puse en contacto con ella, y les gustó mucho la idea. Me lo facilitaron todo.

¿Cuántas hectáreas tiene el terreno y qué cultivas?

No llega a media hectárea, y cultivo principalmente olivos, aunque también tengo algunos almendros y un par de higueras.

¿Cómo descubriste el Banco de Tierras del Parque Rural del Montserrat? ¿En qué te ha ayudado esta herramienta?

Lo descubrí hablando con personas que habían oído hablar de él. Tanto al propietario como a mí nos interesó mucho aprovechar esta plataforma para formalizar un contrato legal. Además, las cápsulas formativas que organizan me están ayudando mucho, ya que me permiten aprender nuevas técnicas agrícolas.

¿Has recomendado este servicio a otros jóvenes como tú?

¡Por supuesto! Siempre que algún joven me dice que está buscando un terreno agrícola, le comento que su primera opción debería ser el banco de tierras, aunque de momento no hay muchos terrenos en las listas en comparación con la cantidad de tierras abandonadas que se ven.

¿Qué planes de futuro tienes?

Intento no proyectarme mucho a largo plazo, ya que de momento bastante tengo con sobrevivir económicamente y poder llevar a cabo este proyecto tan enriquecedor. Estoy convencido de que quiero que mi futuro laboral siga vinculado al medio natural, pero no tengo claro si como agricultor, guía de naturaleza, forestal... Hay muchas opciones abiertas, y la vida, la suerte y mis aspiraciones acabarán decidiendo mi futuro.

¿Qué te aporta ser agricultor?

Creo que ser agricultor es más una actitud que una afición o trabajo, aunque evidentemente tiene mucho de lo último. Quiero ser agricultor porque me parece una de las profesiones más dignas que existen; también de las peor remuneradas, por desgracia. Dejando de lado la parte más pragmática de obtener alimentos saludables para ti y los tuyos, creo que ser agricultor hoy en día es una especie de subversión a los ritmos de vida impuestos por un sistema capitalista que nos hace trabajar cada día más y más rápido. Es subversivo porque nos obliga a ver que la naturaleza sigue su propio ritmo, que no es una línea recta y uniforme, sino que sigue ciertos ciclos y tiene límites. Podríamos decir que nos hace salir de la vorágine para tocar de pies en la tierra. En resumen, me aporta calma.

«Ser agricultor me aporta calma» Albert Maeso

¿Es viable sobrevivir con estas tierras?

¡Para nada! Estas tierras dan aceite para mi familia y para el propietario, y seguramente en los años buenos podremos vender algunos litros, pero la orografía escarpada del terreno y el precio de mercado hacen que no sea rentable. Los que seguimos manteniendo los olivos en estas zonas somos unos románticos a los que nos gusta mantener una tradición popular que en algunos casos ha pasado de padres a hijos. También es importante destacar que ayudamos a mantener el mundo rural vivo y un poco más cuidado, lo cual es muy importante para prevenir incendios.

— Redacción BCN Smart Rural —

Sobre el Banco de Tierras del Parque Rural del Montserrat

El Banco de Tierras del Parque Rural del Montserrat es uno de los bancos de tierras que forman parte de BCN Smart Rural, la estrategia de la Diputación de Barcelona para transformar el sector agroalimentario de la demarcación. Su objetivo es poner en contacto a propietarios de fincas abandonadas o en desuso con personas que buscan tierras para cultivar, y ofrecer el apoyo técnico y jurídico que mejor se adapte a las necesidades de ambas partes. Para lograrlo, colabora con los ayuntamientos y entidades locales que quieren preservar el paisaje rural y potenciar la actividad agraria del territorio.

Los servicios ofrecidos por el banco de tierras son gratuitos e incluyen la facilitación del contacto entre ambas partes, el acompañamiento técnico, el asesoramiento jurídico, la formalización de contratos, la formación continua y otras acciones que benefician directamente a los propietarios y arrendatarios de fincas agrícolas. Esta herramienta también tiene un impacto muy positivo a nivel social y medioambiental, ya que contribuye a reducir el riesgo de incendios forestales, preservar el paisaje, revitalizar el mundo rural y fomentar el consumo de productos de proximidad para combatir el cambio climático.

Para más información sobre el Banco de Tierras del Parque Rural del Montserrat, puedes escribir a Pere Navarro y Marta Martínez, ingenieros de territorio de la estrategia BCN Smart Rural.