En el Día Internacional de los Bosques, destacamos el trabajo de algunas de las personas que trabajan a diario para conservar un patrimonio natural que todos disfrutamos.
A medida que el cambio climático se acelera y la vulnerabilidad de los bosques aumenta a nivel global, encontrar soluciones que garanticen una buena preservación del paisaje es todo un reto. Pero este reto no asusta a los hombres y mujeres que lideran la revolución ganadera que estamos viviendo en la provincia de Barcelona.
En una época en la que hablar de ganadería es un tema delicado, queremos destacar el trabajo de algunas de las personas que trabajan cada día para conservar un patrimonio natural que todos disfrutamos. Sin ellas, y sus animales, el riesgo de sufrir incendios forestales sería mucho mayor aún, como acabamos de descubrir en la sexta Cata de Datos BCN Smart Rural.
Foto: Patxi Uriz | Diputación de Barcelona
Cal Serrats es una empresa ubicada en Argençola que capitanean Josep Maria Taixé y Gemma Clarena con total entrega. Siguen el surco del abuelo Pere, quien compró en 1993 las primeras ovejas y, desde entonces, la familia cultiva sus propias tierras y apacenta el rebaño por los campos y bosques que rodean la masía.
Los criterios que les guían son los de la ecología y, de hecho, tienen desde hace años la certificación del Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE). Les preocupa que sus animales puedan crecer felices y a su ritmo, y, para ello, les parece fundamental que puedan alimentarse en la naturaleza.
“Si intentas tener las ovejas bien cuidadas, la producción de cordero va floreciendo”, dice Gemma antes de añadir que la carne de Cal Serrats se puede comprar en la misma masía y algunas tiendas de la comarca del Anoia: “Hacemos distribución de proximidad porque somos una empresa muy pequeña y nos gusta conocer y tratar a quien consume nuestros productos”.
Foto: Patxi Uriz | Diputación de Barcelona
Mª Àngels Altimira combina el trabajo de payesa y ganadera con la gestión del Mas Set-Rengs, una casa rural ubicada en el municipio de Sant Salvador de Guardiola que data del siglo XIII. Ella se incorporó hace treinta años y no se arrepiente. La finca está situada en el corazón del Parque Rural del Montserrat, entre bosques, prados, campos de cereal y huertos, y es un entorno tan rico y diverso que pide ser visto con calma.
Como la mujer emprendedora que es, siempre tiene algo que hacer, pero una de sus actividades preferidas es llevar a las vacas a pastar en el bosque. Le gusta verlas comiendo hierba libremente: sabe que esa buena alimentación repercute en la calidad de la carne de sus animales. Por eso se dedica a ellas en cuerpo y alma, sin perder la sonrisa ni las ganas de seguir adelante, y, de hecho, es una de las ganaderas que participó en el primer curso de despiece de carne del Tall, el nuevo obrador compartido de Marganell. Sabe que hacer venta directa de carne permite tener mayores beneficios y se está planteando esta opción para mejorar la viabilidad económica de su explotación.
Foto: Patxi Uriz | Diputación de Barcelona
Francesc Molins es el propietario de Alpines Les Feixes, una granja de cabras lecheras situada en Moià donde, además de vender directamente la carne y la leche de su rebaño, también elabora quesos con principios artesanos.
Miembro fundador y presidente de Som Pastura, una asociación de ganaderos y ganaderas del Moianès que ha recibido asesoría en el marco del proyecto europeo BCN Smart Rural, Francesc tiene muchas cosas interesantes que decir sobre la importancia del retorno de los rebaños al bosque en régimen extensivo.
— Redacción BCN Smart Rural —
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