Janusz Wojciechowski es el máximo responsable de la política agraria comunitaria. Pero muchos años antes de asumir el cargo de Comisario de Agricultura de la Unión Europea, el político polaco ejerció como juez en el Tribunal Supremo de su país. Y más atrás aún, cuando la parte oriental del continente se encontraba todavía bajo dominio soviético, fue un niño que ayudaba a sus padres con la granja que tenían en Regnów.
El actual titular de la cartera agrícola europea conoce desde pequeño las preocupaciones y satisfacciones de la vida en el campo y cree firmemente en la necesidad de apoyar a las explotaciones pequeñas y medianas. Le interesa mucho el bienestar de los animales y la reducción de las desigualdades entre los territorios europeos. Y al aceptar el nombramiento por parte de la presidenta Úrsula von der Leyen, también asumió el reto de impulsar un sector agrario más sostenible.
Janusz Wojciechowski no es alguien que se limite a observar las cosas desde la distancia: siempre ha sabido remangarse. Por eso, hemos querido que sea él quien nos explique, en primera persona, el por qué, el cómo y el cuándo de la estrategia 'Del campo a la mesa', un programa que seguro trazará las grandes líneas de esta carrera hacia la sostenibilidad de los sistemas alimenticios.
¿Por qué ha presentado ahora la estrategia 'Del campo a la mesa'? ¿Qué factores le han animado a hacerlo en medio de una pandemia?
La crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto la importancia de un sistema alimenticio robusto y resiliente que funcione en todas las circunstancias, y que sea capaz de garantizar el acceso a un suministro suficiente de alimentos asequibles para los ciudadanos. También nos ha hecho muy conscientes de las interrelaciones entre nuestra salud, ecosistemas, cadenas de suministro, pautas de consumo y límites del planeta. Es evidente que debemos hacer mucho más para proteger la salud de las personas y el planeta. La actual pandemia no es más que un ejemplo. El aumento recurrente de las sequías, inundaciones, incendios forestales y nuevas plagas nos recuerdan constantemente que nuestro sistema alimentario está amenazado y debe ser más sostenible y resiliente.
«Es evidente que debemos hacer mucho más para proteger la salud de las personas y el planeta» Janusz Wojciechowski
¿Cuáles son sus principales objetivos en cuanto a la agricultura y la ganadería? ¿Cómo se conseguirán estos objetivos?
La estrategia 'Del campo a la mesa' pretende transformar nuestro sistema alimentario en su conjunto. Queremos que sea más sostenible y resiliente, con mayor capacidad de afrontar los retos actuales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. En ese sentido, la estrategia establece objetivos ambiciosos. Concretamente, plantea una reducción del 50% en el uso y riesgo de los plaguicidas químicos, y del 50% en el uso de plaguicidas más peligrosos en 2030; y una reducción de las pérdidas de nutrientes en un 50% como mínimo, garantizando que no se deteriore la fertilidad del suelo. Este objetivo se relaciona con una disminución en el uso de fertilizantes en un 20% como mínimo en 2030. También queremos alcanzar una reducción del 50% de las ventas de antimicrobianos para animales de granja y para la acuicultura en la misma fecha y conseguir que el 25% de las tierras agrícolas de la Unión Europea se cultivan de forma ecológica en 2030. Además, la estrategia incluye una amplia gama de iniciativas que van desde la producción hasta el consumo de productos agroalimentarios. Éstas contribuirán a la consecución de los objetivos anteriores, así como a la transición verde global establecida en el Pacto Verde de la Unión Europea.
¿Cómo apoyará esta estrategia a los agricultores, ganaderos y productores de alimentos?
Los agricultores y los productores de alimentos desempeñan un papel crucial en la aplicación del Pacto Verde europeo. Esta estrategia pretende recompensar a los agricultores y otros operadores de la cadena alimentaria que ya han realizado la transición hacia prácticas sostenibles, facilitar la transición para los demás y crear oportunidades adicionales para sus empresas. Las expectativas de los ciudadanos están evolucionando e impulsan cambios significativos en el mercado alimenticio. La alimentación europea se considera ya una norma mundial para alimentos seguros, abundantes, nutritivos y de alta calidad. Esta transición les permitirá hacer de la sostenibilidad su marca y garantizar el futuro del sistema alimenticio de la UE. Para todos los agentes de la cadena alimenticia, la transición hacia la sostenibilidad representa la oportunidad de ser pioneros.
¿Cómo asegurará que los agricultores y ganaderos obtendrán el apoyo financiero necesario para adaptar sus negocios a esta nueva era de la agricultura?
La Política Agraria Común (PAC) seguirá siendo un instrumento clave para apoyar a los agricultores en la transición hacia un sistema alimentario sostenible. La propuesta de reforma de la PAC, que se está negociando actualmente con el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, se centra ya en la sostenibilidad y vincula estrechamente las ayudas de la PAC a la legislación en materia de medio ambiente, clima y seguridad alimentaria . De hecho, la PAC incluye herramientas fundamentales para conseguir los objetivos del Pacto Verde europeo: los nuevos ecoesquemas ofrecerán una importante fuente de financiación para impulsar prácticas sostenibles, como la agricultura de precisión, la agroecología, la agricultura ecológica, la creación de elementos paisajísticos, el secuestro de carbono en suelos agrícolas y la agroforestería.
La Comisión también ha formulado recomendaciones relativas a los nueve objetivos específicos de la PAC para cada uno de los Estados miembros y lo ha hecho antes de que éstos presenten formalmente sus respectivos proyectos de plan estratégico. La Comisión prestará especial atención a la consecución de los objetivos del Pacto Verde, así como a los derivados de la estrategia 'Del campo a la mesa' y de la Estrategia 'Biodiversidad para 2030'. El brazo ejecutivo de la UE pedirá a los veintisiete que establezcan valores nacionales explícitos para los objetivos fijados en ambas estrategias, teniendo en cuenta su situación específica y las recomendaciones citadas anteriormente.
«Los nuevos ecoesquemas ofrecerán una importante fuente de financiación para impulsar prácticas sostenibles, como la agricultura de precisión, la agroecología, la agricultura ecológica, la creación de elementos paisajísticos, el secuestro de carbono en suelos agrícolas y la agroforestería» Janusz Wojciechowski
Y a los transformadores de alimentos y los comerciantes, ¿cómo les animará a producir y vender alimentos más diversificados y sostenibles?
Los procesadores de alimentos y comerciantes determinan la elección de los alimentos con su oferta. Su escala y concentración les dan un poder considerable para conseguir que la producción y consumo de alimentos sigan la vía de la sostenibilidad. Mediante iniciativas normativas y no normativas, la estrategia se esforzará por orientar a la industria alimentaria hacia prácticas que hagan que la elección saludable y sostenible sea la más sencilla para los consumidores. Asimismo, se fomentarán los compromisos voluntarios a través de un Código de Conducta de la UE para las prácticas empresariales y de comercialización responsables.
¿Cómo aborda la huella ambiental de la agricultura y la ganadería?
La cría de animales es parte integrante de la agricultura europea y de los sistemas alimenticios de los Estados miembros. Para reducir el impacto medioambiental y climático de la producción animal será crucial el desarrollo de una producción ganadera sostenible en la Unión Europea. La PAC acompañará esta transformación apoyando soluciones innovadoras y prácticas de producción sostenibles. La Comisión también facilitará la introducción en el mercado de aditivos sostenibles e innovadores para piensos que ayuden a reducir la huella de gases de efecto invernadero (GEI) y la contaminación del agua y del aire asociadas.
«Para reducir el impacto medioambiental y climático de la producción animal, será crucial el desarrollo de una producción ganadera sostenible en la Unión Europea» Janusz Wojciechowski
En referencia a la huella de carbono del sistema alimentario, ¿habrá una etiqueta alimentaria de la UE que evalúe el impacto ambiental de los productos alimenticios?
Para animar a los consumidores a optar por alimentos producidos de forma más sostenible, la Comisión está llevando a cabo una revisión del programa de promoción de productos agrícolas de la UE, con la intención de mejorar su contribución a la producción y consumo sostenibles, y de acuerdo a la evolución de las dietas. La demanda de alimentos sostenibles también se fomentará mediante el desarrollo de un etiquetado de alimentos sostenibles de la UE y teniendo en cuenta el etiquetado de bienestar animal para vincular los esfuerzos de sostenibilidad en las explotaciones con los requerimientos de los consumidores.
Sabemos que el sistema alimenticio, desde la producción hasta el consumo, representa aproximadamente el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta y que el transporte de alimentos representa aproximadamente el 7% de las emisiones totales. Si Europa quiere alcanzar su objetivo de ser el primer continente climáticamente neutro en 2050, ¿cómo debería diseñar su sistema alimentario para reducir ese 7% de las emisiones del transporte de alimentos? ¿Podrían ayudar a las cadenas cortas de suministro de alimentos? Y, si es así, ¿cree que la Política Agraria Común está diseñada para promover este tipo de cadenas de suministro o piensa que necesitaría una reforma?
A través de la PAC, la Comisión Europea apoya el desarrollo de mercados locales y cadenas de suministro cortas y ha propuesto seguir haciéndolo en el futuro con el objetivo de apoyar el desarrollo económico rural y regional y fortalecer la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos. Por ejemplo, los Estados miembros pueden optar por promover los mercados locales y las cadenas de suministro cortas en el marco de su programa de desarrollo rural, tanto en la futura como en el actual PAC. Dicho esto, en materia de impacto medioambiental, los sistemas alimenticios locales no necesariamente son más sostenibles: depende mucho del tipo de agricultura y del tipo de transporte utilizado. Gracias a su importante capacidad para transportar mercancías, los cargueros y los trenes pueden aprovechar las economías de escalera y ser menos contaminantes en distancias más largas que los pequeños camiones en distancias cortas. Además, para garantizar la seguridad alimentaria en todo momento, es necesario reforzar la resiliencia del sistema alimentario garantizando una combinación diversificada de cadenas de suministro cortas y largas para hacer llegar los alimentos a los consumidores.
En una comunicación del Comité Europeo de las Regiones sobre la estrategia 'Del campo a la mesa' (NAT-VII/005, diciembre de 2020), se pide el reconocimiento oficial de las ciudades como agentes importantes en el cambio del consumo de alimentos y mencionan figuras políticas que ya existen en Europa, tales como planes y estrategias alimentarias. ¿La estrategia será una herramienta para promover estructuras de gobernanza alimentaria en las ciudades? ¿Ayudará a los gobiernos, las empresas, las comunidades y los ciudadanos a organizarse y avanzar hacia un sistema alimentario más sostenible, saludable, resistente, autosuficiente y local? ¿Qué recursos tendrán las ciudades para impulsar la agricultura local y desarrollar sus estructuras de gobernanza alimenticia?
La estrategia 'Del campo a la mesa' reconoce que la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles exige un planteamiento colectivo que involucre a todas las administraciones públicas. También a los gobiernos de las ciudades. Por ejemplo, la Comisión determinará la mejor forma de establecer criterios mínimos obligatorios para la adquisición de alimentos sostenibles. Esto ayudará a las ciudades, regiones y administraciones públicas a desempeñar su papel mediante el suministro de alimentos sostenibles a escuelas, hospitales e instituciones públicas, y también impulsará los sistemas agrícolas sostenibles, como la agricultura ecológica.
Además, la agricultura urbana está creciendo en la Unión Europea y este tipo de agricultura puede contribuir a la sostenibilidad de los sistemas alimenticios. Puede hacer un mejor uso de los recursos, por ejemplo, reciclando el agua y los nutrientes, disminuyendo el uso de pesticidas y reduciendo la presión sobre la biodiversidad al utilizar menos suelos de cultivo. También puede preservar y crear cadenas cortas de suministro de alimentos, así como nuevas oportunidades de negocio. La agricultura urbana puede ser apoyada por la PAC, en el marco de su política de desarrollo rural, en función de la elección de los Estados miembros para sus programas de desarrollo rural.
«La transición hacia sistemas alimenticios sostenibles exige un planteamiento colectivo que involucre a todas las administraciones públicas. También a los gobiernos de las ciudades» Janusz Wojciechowski
En el mismo documento, el Comité de las Regiones subraya la importancia de apoyar a las explotaciones agrícolas familiares y pide que se preste más atención a la tendencia de concentración de tierras por parte de las empresas agrarias corporativas y al impacto de la pérdida de tierras gestionadas por explotaciones agrarias de tipo familiar. Según los datos de Eurostat, en Europa se perdieron una media de 1.000.000 hectáreas de tierras agrícolas entre 1990 y 2015. Según el Transnational Institute, la Unión Europea perdió el 33% de las explotaciones de tipo familiar entre en 2003 y 2013. La estrategia 'Del campo a la mesa', ¿será capaz de afrontar estos dos problemas? ¿Y cómo lo hará? ¿Un sistema alimentario basado en menos explotaciones en manos de pocas empresas puede ser resistente?
En la estrategia 'Del campo a la mesa', la Comisión Europea se centra en todos los tipos de agricultura sostenible, desde la extensiva hasta la más intensiva. La Comisión fomenta la competitividad de las explotaciones agrarias estimulando las inversiones, especialmente en nuevas tecnologías y en prácticas más respetuosas con el medio ambiente, creemos que las tecnologías digitales pueden transformar la agricultura, ayudando a los agricultores a trabajar de forma más precisa, eficiente y sostenible, lo que aplica a todo tipo de agricultura, desde de las grandes explotaciones hasta las más pequeñas, sin embargo, las explotaciones familiares son un componente clave de la agricultura de la UE, y, por este motivo, la Comisión da prioridad a las pequeñas y medianas explotaciones en sus propuestas por al futuro de la PAC Con el fin de garantizar una distribución más justa de los pagos, se propone un nivel más elevado de ayudas por hectárea para las explotaciones pequeñas y medianas, reducir la cuota de pagos directos que superen los 60.000 euros por explotación y limitar los pagos a 100.000 euros por explotación, entre otras medidas.
«Las explotaciones familiares son un componente clave de la agricultura de la UE, por lo que la Comisión da prioridad a las pequeñas y medianas explotaciones en sus propuestas para el futuro de la PAC» Janusz Wojciechowski
¿Cómo garantiza la estrategia de que se están tomando medidas contra el desperdicio de alimentos?
En este ámbito, la Comisión tratará de ampliar la acción en toda la UE y movilizar a los veintisiete Estados miembros. La lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos es clave para alcanzar los objetivos de la UE en materia climática y también es un elemento importante de la estrategia europea de economía circular. En los últimos años, la Comisión ha trabajado mucho en este ámbito y las acciones propuestas en la estrategia 'Del campo a la mesa' se suman a las medidas que se han ido tomando por luchado contra este problema. Como novedad, de aquí a 2023, la Comisión propondrá objetivos jurídicamente vinculantes para reducir el desperdicio de alimentos en toda la UE y lo hará con el fin de avanzar hacia el objetivo mundial de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030. La Comisión también considerará otras oportunidades para integrar la pérdida de alimentos y la prevención de residuos como parte políticas de la UE, en particular la acción climática.
¿Cree que el acceso a los alimentos producidos de forma sana, local, sostenible y segura es un derecho fundamental de todos los ciudadanos europeos?
La estrategia 'Del campo a la mesa' es un nuevo planteamiento sobre la forma en que los europeos valoran la sostenibilidad de los alimentos. Es una oportunidad para mejorar el estilo de vida, la salud y el medio ambiente. La creación de un entorno alimenticio favorable que facilite la elección de dietas saludables y sostenibles beneficiará a la salud y la calidad de vida de los consumidores. Las personas prestan cada vez mayor atención a las cuestiones medioambientales, sanitarias, sociales y éticas y les preocupa más que nunca el valor de los alimentos. Además, los europeos quieren sentirse más cerca de sus alimentos y entender mejor cómo se producen. Quieren alimentos frescos, menos procesados y de origen sostenible. De hecho, la menor demanda de cadenas de suministro se ha intensificado durante la actual pandemia.
Creo que los consumidores deberían empoderarse para elegir alimentos sostenibles y todos los actores del sistema alimentario deberían entender esta elección como su responsabilidad, y también como una oportunidad. Por este motivo, en el marco de la estrategia 'Del campo a la mesa', la Comisión revisará el programa escolar de la UE con el objetivo de mejorar su contribución al consumo de alimentos sostenibles. Esta contribución se verá reforzada en gran medida con mensajes educativos sobre la importancia de la nutrición saludable, la producción sostenible de alimentos y la reducción del desperdicio alimentario.
— Lola Mayenco —