Bosc a Sant Salvador de Guardiola. PATXI URIZ | DIPUTACIÓ DE BARCELONA
Bosque en Sant Salvador de Guardiola. PATXI URIZ | DIPUTACIÓN DE BARCELONA

El 23% de la superficie agraria de las comarcas barcelonesas está incluida en una figura de protección o gestión

La Diputación de Barcelona, pionera en la preservación, gestión y dinamización de los espacios agrarios, trabaja con ayuntamientos e instituciones para concienciar sobre los beneficios de mantener el patrimonio agrario.

La cuarta Cata de Datos BCN Smart Rural, titulada "Los guardianes de la tierra", aborda el estado de la protección y gestión de los espacios agrarios en la demarcación de Barcelona. Según este estudio, el 23% de la superficie agraria del territorio se encuentra incluida dentro de una figura de espacio agrario singular o parque natural. Entre las doce comarcas barcelonesas, Anoia es la que tiene más tierras protegidas y también es la que recibe más solicitudes para la instalación de parques de energías renovables.

Aparte de estos datos destacados, otros resultados interesantes que se desprenden del nuevo informe de análisis elaborado por el equipo BCN Smart Rural son los siguientes:

  • Del 23% de la superficie agraria que sí cuenta con alguna figura de protección o gestión, el 13% se encuentra dentro de una figura de parque agrario o similar y el 10% sólo forma parte de un parque natural.
  • En la demarcación de Barcelona, los cultivos que se realizan dentro de los espacios agrarios singulares y parques naturales son, mayoritariamente, de secano: únicamente el 12% de la superficie agraria protegida o gestionada con estas figuras se dedica a cultivos de regadío. Dicho esto, el 35% de las huertas de la demarcación se encuentran bajo el paraguas de un espacio agrario singular.
     
  • Anoia es la comarca barcelonesa con más tierras protegidas o gestionadas dentro de un parque agrario o natural. Concretamente, tiene 16.537 hectáreas, lo que representa el 53% de su superficie agraria total. De estas hectáreas, el 93,5% están incluidas en parques agrarios o similares y el resto en parques naturales.
     
  • De las doce comarcas barcelonesas, la mitad carecen de tierras protegidas o gestionadas dentro de una figura de parque agrario o similar: son el Barcelonès, el Garraf, el Alt Penedès, el Moianès, Osona y el Berguedà. Dicho esto, sí tienen superficie agraria dentro del Plan de Espacios de Interés Natural de Cataluña (PEIN); sobre todo el Berguedà, Osona y el Moianès.
  • En la demarcación de Barcelona, el municipio con más tierras protegidas o gestionadas dentro de un parque agrario o natural es Òdena; tiene exactamente 2.340 hectáreas. Le sigue Piera, con 2.135 hectáreas. Cabe decir que estos dos pueblos forman parte del Parque Agrario de la Conca de Òdena y el Parque Rural del Montserrat, respectivamente.
     
  • Si nos centramos específicamente en los municipios con más tierras protegidas dentro de un parque agrario del territorio, Òdena vuelve a ganar. Y si lo hacemos en los pueblos que las tienen dentro de un parque natural, descubrimos que el primero es Moià.
     
  • Si sólo analizamos las superficies de regadío, Tordera es el municipio de la demarcación de Barcelona con más tierras protegidas: concretamente, 831 hectáreas del término municipal se dedican a cultivos de hortalizas y frutas, lo que representa el 65% del total su superficie agraria protegida. Este pueblo es uno de los cinco municipios que forman parte del Espacio Agrario de la Baixa Tordera.
     
  • De los ocho espacios agrarios singulares que existen en la demarcación de Barcelona, los que tienen más superficie agraria protegida o gestionada son el Parque Agrario de la Cuenca de Òdena, con 11.344 hectáreas; el Parque Rural del Montserrat, con 8.554 hectáreas; y el Parque Agrario del Baix Llobregat, con 2.565 hectáreas.
     
  • Los principales peligros que amenazan a las tierras de cultivo actualmente son la progresiva urbanización del suelo agrario y la ocupación por parte de las masas forestales de las tierras de cultivo sin actividad. La amenaza relativa a la utilización de suelo agrario para instalar infraestructuras de generación de energías renovables es mucho más reciente, pero no menos alarmante.
     
  • En relación con este último punto, la demarcación de Barcelona ha recibido 698 propuestas de instalación de parques solares y molinos de viento. De estas, 305 solicitudes corresponden a la comarca del Anoia, lo que hace que, actualmente, sea la comarca más amenazada por la concentración de infraestructuras de energías renovables.
     

El origen de los datos

Para la obtención de estos resultados, los autores del informe “Los guardianes de la tierra” han comparado datos del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC) y las bases cartográficas de los límites de los espacios agrarios singulares y del Plan de Espacios de Interés Natural de Catalunya (PEIN). Más concretamente, han analizado las superficies agrarias incluidas dentro de alguna figura de protección o gestión y han identificado las tierras que se encuentran dentro de parques agrarios y las que existen dentro de parques naturales. A continuación, han puesto la mirada en los principales peligros que amenazan a las zonas de cultivo.

Para averiguar la superficie agraria urbanizada u ocupada por masas forestales han utilizado el último mapa de cubiertas publicado por el Instituto Cartográfico y Geológico de Catalunya y el mapa originado a partir de la ortofotografía de 1956 de la demarcación de Barcelona. El mapa de solicitudes para la implantación de proyectos de energías renovables se ha podido dibujar a partir de datos facilitados por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya.

 

La necesidad de proteger los espacios agrarios de proximidad

El análisis de los datos generales pone de manifiesto que, de las 25.520 hectáreas que se encuentran actualmente en la demarcación de Barcelona dentro de una figura de protección o gestión creada específicamente para la preservación y dinamización de la actividad agraria, sólo el 16% ha logrado también una protección urbanística del suelo agrario. Y éste es «un hecho preocupante», según afirma Sònia Callau, responsable de la Dirección Territorial de la Diputación de Barcelona, ya que, como se puso de manifiesto en la primera Cata de Datos BCN Smart Rural, «las comarcas barcelonesas han perdido el 42% de las tierras de cultivo desde los años cincuenta». «Hay que entender que el suelo agrario es y será un recurso escaso y estratégico a preservar», añade Callau.

Para más información sobre estos datos, puedes escribir a Lucía Nieto y Daniel Farré, ingenieros de territorio y expertos GIS de la estrategia BCN Smart Rural.

 

— Redacción BCN Smart Rural —

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