Begoña García (Ribarroja de Ebro, 1972) es la actual gerente del Consorcio Intercomarcal de Iniciativas Socioeconómicas y principal promotora de Cowocat Rural, un proyecto de cooperación donde participan los 11 Grupos de Acción Local de Catalunya. Originada en la ribera del río Ebro, la iniciativa quiere promover el teletrabajo como herramienta clave para el desarrollo rural.
El coworking permite compartir espacio de trabajo con otros profesionales y entrar a formar parte de una comunidad de emprendedores que pueden enriquecer mutuamente sus proyectos. Hablamos con ella para que nos explique cuál es el papel que juega en el mundo local un movimiento que ha nacido en las grandes ciudades globalizadas.
¿Qué entendemos por coworking? ¿Es una filosofía, una forma de trabajar o una forma de vivir?
El coworking es una nueva forma de trabajar que lo que hace es aglutinar a personas que comparten un espacio. Al principio, eran siempre profesionales independientes, autónomos o empresas, pero con la pandemia esto ha evolucionado y ahora encontramos a muchas personas que trabajan en diferentes ámbitos; incluso trabajadores de las administraciones públicas. Este espacio compartido puede ser físico o virtual, pero lo importante es que permite que estas personas puedan desarrollar sus proyectos y aliarse con otros profesionales para impulsar iniciativas conjuntas.
¿Qué impacto tienen los espacios de coworking en las comunidades en las que se ubican?
Los coworkings rurales son espacios de dinamización local. Primero porque son espacios que atraen a personas con nuevas ideas de proyectos y eso activa la economía local. Y segundo porque favorecen que muchos municipios desarrollen servicios que antes carecían. Los profesionales que deciden trabajar en un espacio de coworking rural pueden ofrecer otros servicios que complementen las actividades que ya se estaban llevando a cabo en ese territorio.
«Los coworkings rurales son espacios de dinamización local» Begoña García
¿Por qué es tan importante el trabajo colaborativo? ¿Qué aporta trabajar en un coworking que no aporte el trabajo desde casa?
Cotrabajar te hace sentir más acompañado en las decisiones que tomas. La mayoría de quienes acaban yendo a un coworking son personas que llevan un tiempo teletrabajando y se sienten un poco solos. Sus interacciones sociales se limitan a menudo a los ratos donde van a comprar o llevan a los niños a la escuela y los espacios de cotrabajo les permiten relacionarse con otros profesionales. Además, si les salen proyectos más grandes y complejos, se sienten con la capacidad de afrontarlos porque saben que detrás suyo hay otros colegas que pueden complementar sus propias habilidades.
¿Qué necesita el sector de los coworkings en los próximos años para crecer, evolucionar e incorporar más espacios? ¿Con qué problemáticas se enfrenta actualmente el sector del coworking en el mundo rural?
Creo que existen dos factores muy importantes si queremos que tenga éxito un espacio de cotrabajo. Primero debe haber un dinamizador (en inglés, community builder). Además, esta persona debe conseguir que pasen cosas en ese espacio y que estas cosas sean lo suficientemente interesantes para atraer talento y retenerlo. Si esto no se consigue, el equipamiento acaba siendo sólo un punto de conexión a Internet donde la gente llega, hace su trabajo y se marcha al acabarlo. Actuar de esta forma no permite disfrutar de los beneficios del trabajo colaborativo.
El movimiento coworking en Catalunya, ¿cómo está de salud? ¿Cómo ha evolucionado en los últimos años? ¿Sabes si existe una tendencia creciente de los espacios de coworking?
La pandemia ha hecho mucho daño a nivel general y, obviamente, también a los espacios de coworking. Pero creo que, a su vez, ha permitido que muchas empresas reflexionen sobre el coste tan elevado que tienen las oficinas que alquilan en la ciudad y que quizás podrían ahorrarse si su personal siguiera trabajando en remoto. Hay muchas empresas que se están planteando no volver a alquilar estos espacios y optan por distribuir a sus trabajadores en espacios de coworking que hay cerca de sus casas. Trabajar de esta forma permite mejorar la calidad de vida de los profesionales y favorece la conciliación familiar. Además, trabajar en un espacio de coworking presenta otras interesantes ventajas: por ejemplo, en temas de seguridad laboral y ciberseguridad.
¿De dónde sale la idea de los coworkings rurales? A nivel internacional, ¿hay algún referente claro?
El Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre fue pionero en este aspecto, poniendo al alcance de sus habitantes un lugar agradable para coteletrabajar en 2013. Y en ese momento sólo había otro espacio de coworking en el ámbito rural que estaba impulsado por un grupo de acción local en Francia. Decidimos crear un proyecto de cooperación transnacional en el que actualmente participan espacios de coworking de diferentes países europeos que ha permitido ver en primera persona que todavía son muchos los territorios que no se han dado cuenta de que los espacios de coworking pueden ayudarles a recuperar población. Pueblos donde peligra la escuela o la continuidad de otros servicios públicos esenciales pueden atraer a nuevos vecinos si abren espacios de cotrabajo.
«Pueblos donde peligra la escuela o la continuidad de otros servicios públicos esenciales pueden atraer a nuevos vecinos si abren espacios de cotrabajo» Begoña García
Todos los pioneros cometen errores. ¿Cuáles han sido los vuestros?
Lo que más nos ha costado ha sido entender que lo importante de un coworking no es el espacio físico, sino su comunidad. Antes de poner dinero para crear un espacio físico debes saber si hay personas que desean compartir este espacio y sus proyectos empresariales.
El coworking es una herramienta para atraer talento a los pueblos. ¿Pero ayuda también a frenar el despoblamiento rural, evitando que los jóvenes del municipio se marchen a estudiar y trabajar en la ciudad?
¡Por supuesto! Si tú trabajas a través de las nuevas tecnologías y en tu municipio tienes fibra óptica y un espacio donde poder teletrabajar y colaborar con otros profesionales, puede que decidas quedarte en tu pueblo y no marcharte.
¿Crees que la Administración incentiva suficientemente los coworkings rurales?
En el caso de Zona Líquida, el espacio de coworking de Riba-roja d'Ebre, la respuesta es que sí. De hecho, estamos muy agradecidos a la Generalitat de Catalunya porque nos ha permitido crecer y convertirnos en un referente a nivel europeo.
En los años que llevas trabajando en temas de coworking rural, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?
Lo que más me sorprende cuando voy a visitar los coworkings rurales es la voluntad y las ganas de trabajar que tienen los dinamizadores de estos espacios y las interacciones que establecen entre ellos. Cuando uno de sus miembros tiene alguna necesidad, enseguida se ponen en movimiento para intentar resolverla, ya sea a través de sus recursos individuales o mediante su red de contactos. Son gente con un talante muy colaborativo y enseguida se apoyan mutuamente.
«La colaboración institucional es fundamental para conseguir que los espacios de coworking rural tengan éxito» Begoña García
La actuación 'Rural Innova' de la estrategia BCN Smart Rural cuenta entre sus objetivos el impulso del coworking en la Barcelona rural y, entre otras iniciativas, ha promovido la creación de 12 espacios. ¿Cómo valoras esta actuación concreta?
Esta actuación nos ha permitido sumar esfuerzos entre Cowocat Rural y BCN Smart Rural para crear comunidad y dinamizar los espacios de coworking de la provincia. La colaboración institucional es fundamental para conseguir que estos equipos tengan éxito.
— Redacción BCN Smart Rural —