En la provincia de Barcelona, sólo el 25% de las explotaciones agrarias están gestionadas por mujeres. Y, de éstas, sólo el 8% tienen menos de 41 años. Las jóvenes agricultoras y ganaderas escasean en un sector dominado tradicionalmente por los hombres y, quizás por este motivo, son las grandes olvidadas del territorio.
En el Día Internacional de la Mujer te hablamos de tres mujeres que escapan de las estadísticas y abren el camino hacia un modelo alimentario más sostenible, cercano e inclusivo.
Mònica Soler, ganadera en Rajadell
A Mònica le encantan los animales y verlos nacer, crecer y vivir al aire libre. Este amor es la base sobre la que fundamenta su proyecto de ganadería extensiva, una empresa que comparte con su hermano, que es tan joven y apasionado con ella.
Fue el abuelo quien les enseñó el oficio desde pequeños y, jugando, jugando, acabaron tomándole el relevo. Hoy, Masiets & Perich es una pequeña empresa, familiar y sostenible, que vende carne de ternera y pollo de máxima calidad. Directamente y sin intermediarios. En un mercado cada vez más exigente con el bienestar animal, la empresa de Mònica supone una alternativa ética al consumo de carne industrial.
Valentina Muñoz, pastora de cabras en Sant Vicenç de Castellet
Con 18 años, Valentina Muñoz empezó a trabajar como pastora en una explotación ganadera del Parque Rural del Montserrat, donde, además de cuidar un rebaño de trescientas cabras, produce leche fresca, requesón, quesos curados de leche cruda, quesos tiernos, kéfir, flanes de huevo, pasteles de queso y otras delicias. La empresa de la familia es la primera de Catalunya que logró el certificado ecológico para sus lácteos, un hito que alcanzaron hace un cuarto de siglo.
Rodeada de montañas y plenamente integrada en el paisaje, Artelac es un gran ejemplo de quesería artesana. En una época marcada por la generalización de los productos industriales, el rebaño de Valentina sale cada día a pastar por los bosques de la zona y esto repercute en la calidad de la leche que obtiene y, obviamente, en la calidad de los productos que elaboran en casa.
Mariona Morral, agricultora y viticultora en Abrera
Mariona es joven, muy joven, pero cuando habla de vino, aceite y hortalizas, nadie lo diría. Su sabiduría le viene de estirpe y es de esas personas que parecen haber mamado tierra en lugar de leche.
Por primera vez en siglos, la finca de la familia la heredará y trabajará una mujer. Una cincuentena de hectáreas donde hay viña, olivos, frutales, huerta, conejos y gallinas. La heredera de la masía de Can Morral del Molí valora mucho lo que produce y el paisaje que la rodea y, por este motivo, se preocupa de proteger el ecosistema. En sus terrenos practica la agricultura ecológica, trabaja con una mínima intervención mecánica y no utiliza insecticidas. Además, deja que un pastor pastoree con su rebaño, consiguiendo así que el suelo no se compacte y se fertilice de manera natural.
— Redacción BCN Smart Rural —