Los bancos de tierras que impulsa la Diputación de Barcelona siguen creciendo con fuerza: en el último año, la superficie ofrecida ha aumentado en un 40%. Ahora mismo hay 50 fincas disponibles, lo que representa unas 332 hectáreas de huerta, frutales, viña, secano y pasto. También ha crecido el número de demandantes formales y de ciudadanos dispuestos a cultivar parcelas agrícolas y ganaderas en desuso: desde el inicio del proyecto, más de un centenar de personas han mostrado interés en alguna de las fincas ofertadas y, de éstas, el 52% han presentado una solicitud formal. En comparación con el mes de septiembre del año pasado, los demandantes formales de tierras han aumentado en más del 21%.

La Red de Bancos de Tierras de Catalunya es una iniciativa pionera en Europa que la Diputación de Barcelona cofinancia desde el año 2018 en el marco del BCN Smart Rural. Y lo hace con un triple objetivo: recuperar campos de cultivo en desuso, facilitar el relevo generacional y fomentar el emprendimiento agrario. La red acoge actualmente a 13 bancos de tierras repartidos por todo el país, pero el grueso de las actuaciones se centra en tres de los proyectos existentes en las comarcas barcelonesas: el del Parque Rural del Montserrat, el de la Red por la Soberanía Alimentaria de la Catalunya Central (XaSACC) y el del Valle del Ges, Orís y Bisaura. Del total de tierras ofertadas en la provincia de Barcelona, el 67% se encuentran en el Parque Rural del Montserrat, lo que pone de manifiesto el deseo de los propietarios agrícolas del territorio por conseguir que sus fincas sigan siendo productivas.

Según explica Sònia Callau, responsable de la Dirección Territorial Agraria de la corporación y coordinadora de la estrategia, el objetivo de la actuación es «poner en contacto a los propietarios de fincas abandonadas o en desuso y personas que buscan tierras para cultivar, y dar el soporte técnico y jurídico que mejor se adapte a las necesidades de ambas partes». «Por eso», añade, «colaboramos desde hace tiempo con los ayuntamientos y entidades locales que quieren preservar el paisaje rural y potenciar la actividad agraria del territorio». «Hemos hecho un gran esfuerzo para identificar tierras agrícolas abandonadas, tierras aforestadas transformables en pastos, tierras de propietarios a punto de cesar su actividad, etc., y, una vez referenciadas, hemos creado una plataforma digital de gestión y difusión para interconectar a los titulares de las explotaciones con personas que quieren iniciar una actividad agraria», explica Callau.

Para más información sobre los bancos de tierras que se enmarcan en la estrategia BCN Smart Rural, puedes escribir a Pere Navarro, ingeniero de territorio de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación de Barcelona.

— Redacción BCN Smart Rural —