Fuentes de datos:
Para la realización de este informe de análisis, hemos partido de las cooperativas de la provincia de Barcelona inscritas en el Registro General de Cooperativas de la Generalitat y hemos realizado una selección de las que se relacionan con la producción y el consumo de alimentos, ya sea bajo las categorías de “Trabajo asociado”, “Consumidores y usuarios” o “Agrarias”. A continuación, hemos contrastado esta información para confirmar que las iniciativas registradas siguen activas actualmente.
Para identificar las asociaciones agroalimentarias, hemos utilizado la Guía de Entidades del Departamento de Justicia de la Generalitat. Hemos puesto el foco en las entidades clasificadas como "Ordenación del espacio, ecología y vivienda" y, dentro de éstas, hemos elegido las que tienen una actividad relacionada con la producción y el consumo de alimentos. Es importante destacar que, según la Generalitat de Catalunya, "las asociaciones son entidades sin ánimo de lucro, constituidas voluntariamente por tres o más personas para cumplir una finalidad de interés general o particular, mediante la puesta en común de recursos personales o patrimoniales, y con carácter temporal o indefinido. Las asociaciones deben inscribirse en el Registro de asociaciones sólo a efectos de publicidad". Es decir, el registro de las asociaciones es un acto voluntario y, por lo tanto, es muy posible que falten iniciativas en este estudio.
También hemos incluido en este estudio las entidades del mapa de las cooperativas de consumo agroalimentario, realizado a partir de la tesis doctoral del investigador Ricard Espelt, y las cooperativas de consumo que salen en el portal "Ets el que menges", además de información facilitada por los Ateneos Cooperativos del Maresme y el Vallès Occidental. Asimismo, hemos tenido en cuenta el Estudio de modelos viables cooperativos agroalimentarios en la Catalunya Central, elaborado entre Calidoscoop, ARCA y el Ateneo cooperativo de la Catalunya Central, con la colaboración de la Diputación de Barcelona.
Para tener una clasificación común entre asociaciones y cooperativas, hemos dividido las iniciativas en tres categorías: las iniciativas impulsadas mayoritariamente por productores, las impulsadas por consumidores y otras que mayoritariamente prestan servicios al campesinado o tienen una actividad complementaria al consumo de alimentos locales.
Durante la revisión de los datos en diferentes páginas, hemos constatado la variabilidad de las iniciativas en el tiempo, ya que muchas de las entidades que aparecen en los distintos registros de datos abiertos no están activas actualmente. Para futuras búsquedas, habría que consultar los datos de los diferentes territorios, en concreto los datos de que dispone la Red de Ateneos Cooperativos, ya que entre sus funciones está la de crear un mapa de las entidades y empresas de economía social y cooperativa en el territorio e identificar sus buenas prácticas.
