Que el campo catalán está cada vez más envejecido ya no sorprende a nadie. Pero que haya en la actualidad más de 100.000 hectáreas de cultivos abandonados sí es un hecho que incomoda a todo el mundo. Por este motivo, hemos querido dedicar el nuevo cortometraje de las 'Històries BCN Smart Rural' a una iniciativa pensada para identificar y recuperar fincas agrícolas y ganaderas en desuso en toda Catalunya, una actuación que cofinancia la Diputación de Barcelona con el apoyo del fondo FEDER de la Unión Europea.
Bajo el título 'Cuando la tierra es semilla', el audiovisual se centra en la Red de Bancos de Tierras de Catalunya y cuenta con la participación de Gessamí Sardà, experto en bancos de tierras originario del Baix Camp; Conxita Enrich, propietaria de una finca agrícola en Castellbell y el Vilar; y Arç Fontrodona, joven emprendedor y principal promotor de El Meu Hort, una cooperativa de agricultores e ingenieros comprometidos con la trazabilidad de los alimentos.
Sobre los bancos de tierras de la estrategia BCN Smart Rural
La Red de Bancos de Tierras de Catalunya es una actuación pionera en Europa que la Diputación de Barcelona impulsa, gestiona y cofinancia desde el año 2018 en el marco del BCN Smart Rural, la estrategia de la corporación para transformar el sector agroalimentario. Su objetivo es poner en contacto a los propietarios de fincas abandonadas o en desuso con personas que buscan tierras para cultivar, y ofrecerles el apoyo técnico y jurídico que mejor se adapte a sus necesidades. Para ello, colabora con los ayuntamientos y entidades locales que quieren preservar el paisaje rural y potenciar la actividad agraria del territorio. Actualmente, la Red de Bancos de Tierras de Catalunya acoge 13 iniciativas que se llevan a cabo en todo el país y cuenta con la firme implicación de 134 municipios.
Los servicios ofrecidos por la Red de Bancos de Tierras son gratuitos e incluyen facilitar el contacto entre ambas partes, el acompañamiento técnico, el asesoramiento jurídico, la formalización del contrato, la formación continua y otras actuaciones que benefician directamente a las personas propietarias y arrendatarias de fincas agrícolas. Pero esta herramienta también tiene un impacto muy positivo a nivel social y medioambiental, ya que contribuye a reducir el riesgo de incendios forestales, preservar el paisaje, revitalizar el mundo rural y facilitar el consumo de productos de proximidad para combatir el cambio climático.
Para más información sobre la Red de Bancos de Tierras de Catalunya, puedes escribir a Pere Navarro, ingeniero de territorio de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación de Barcelona.
— Redacción BCN Smart Rural —