El aroma de los naranjos en flor ha acompañado a la delegación de técnicos de parques agrarios de la provincia de Barcelona, personal de ayuntamientos y representantes del Área Metropolitana de Barcelona y la Generalitat de Catalunya que, del 29 al 31 de marzo, visitaron la Huerta de Valencia. Su misión: descubrir nuevas estrategias para dinamizar la actividad agraria y fomentar el relevo generacional, además de intercambiar ideas para avanzar hacia sistemas alimentarios más saludables, seguros y sostenibles.
El viaje, organizado por la Diputación de Barcelona en el marco del programa BCN Smart Rural, fue «todo un éxito», según Sonia Callau, jefa de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación y principal impulsora de la visita. «Creo que marcará un antes y un después para el territorio», afirmó al regresar a Barcelona. La importancia de proteger el suelo agrario, el apoyo de las administraciones a proyectos agroalimentarios y la colaboración entre los sectores público y privado fueron los pilares de un programa cargado de actividades, contactos y aprendizajes significativos.
Paraíso agroecológico
Desde su llegada al fértil paisaje de la Huerta de Valencia, la delegación barcelonesa pudo conocer algunas de las iniciativas que convierten este espacio en un referente de sostenibilidad agroecológica. Entre ellas destaca Vorasenda, un proyecto de agricultura regenerativa sostenida por la comunidad, con más de diez años de trayectoria. También Saifresc, una empresa de agricultura ecológica que utiliza el control biológico de plagas, con el doble objetivo de producir alimentos saludables y contribuir a preservar esta huerta milenaria. Además, la agenda incluyó una visita a la Ecotira de Mercavalencia, un espacio donde los productores agroecológicos locales pueden vender directamente sus productos a empresas, ya sean comercios minoristas, mercados mayoristas, hostelería o restauración.
Además de las visitas, se organizaron sesiones de debate para favorecer el intercambio de ideas entre los participantes. Estas permitieron asimilar los objetivos y acciones de las distintas administraciones y destacaron la importancia de trabajar de manera conjunta para impulsar una alimentación saludable, sostenible y de proximidad. Se discutió también la necesidad de incluir en la agenda pública la definición e implementación de estrategias alimentarias, así como fomentar la colaboración con el sector privado para sumar sinergias.
Un espacio agrario con historia
La historia agrícola de lo que hoy conocemos como la huerta valenciana es extensa y se remonta a la época del Imperio Romano, cuando la zona se consolidó como un centro logístico y de abastecimiento. Sin embargo, fue durante la Edad Media, bajo dominio islámico, cuando se construyeron los sistemas de riego que se han mantenido generación tras generación y han permitido a los agricultores obtener buenas cosechas. Precisamente por esta gestión sostenible del agua, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declaró el Regadío Histórico de la Huerta como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial en 2019. Desde entonces, la zona es reconocida internacionalmente por su estrecha vinculación entre el ámbito rural y el urbano. La Huerta de Valencia está protegida como espacio agrario por las Cortes Valencianas, y cuenta con una hoja de ruta que busca mejorar el sistema agroalimentario local y avanzar hacia un modelo más sostenible, saludable y equitativo.
Llamada a la colaboración
En un mundo que enfrenta desafíos como la inseguridad alimentaria y la degradación medioambiental, es crucial conocer iniciativas agroalimentarias que valoren el trabajo del campesinado local y promuevan la producción sostenible. Esta visita de tres días a la Huerta de Valencia demostró que, mediante la colaboración, la innovación y la protección de las tierras agrícolas, es posible alcanzar estos objetivos. «Si trabajamos juntos y con ilusión, podemos crear un sistema alimentario que no solo sea sostenible, sino también resiliente, equitativo y justo. El viaje puede ser largo, pero el destino vale la pena», concluyó Callau.
Para más información sobre cómo diseñar e implementar estrategias alimentarias locales, puedes escribir a Sònia Callau, responsable de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación de Barcelona y coordinadora de la estrategia BCN Smart Rural.
— Redacción BCN Smart Rural —