El próximo año empezará a funcionar el primer obrador compartido de hortalizas del Bages, una infraestructura fundamental para avanzar hacia un sistema alimentario más saludable y sostenible en la comarca. La iniciativa ha salido de los propios payeses de la zona, que querían disponer de un espacio equipado para hacer conservas, elaborados vegetales y caldos, entre otros productos.

El obrador se ubicará en el mercado de Puigmercadal de Manresa, en el espacio vacío que había dejado en la primera planta un antiguo restaurante, pero dará cabida a personas interesadas de fuera del municipio. Con una superficie de 154 metros cuadrados, estará completamente equipado con la maquinaria necesaria y cumplirá con todos los requisitos reglamentarios de higiene y seguridad alimenticia. El diseño de la infraestructura, muy innovador, ha sido decidido mediante un proceso participativo en el que han podido decir la suya los campesinos que harán uso de ellos.

La voluntad de los agricultores es transformar ellos mismos sus productos o pagar colectivamente a un cocinero para que los prepare. En principio, también tienen pensado vender directamente los alimentos elaborados, pero no descartan crear una marca que haga referencia al obrador y comercializarlos en mercados, supermercados y tiendas de proximidad. En cualquier caso, se muestran prudentes y creen que no será hasta el próximo verano que estarán funcionando a pleno rendimiento.

Un espacio de transformación agroalimentaria con muchas ventajas

La iniciativa se presentó a principios de este mes en la huerta manresana de Can Calafell, en un acto que contó con la presencia del diputado delegado de Espacios Naturales y Prevención de Incendios Forestales de la Diputación de Barcelona, Josep Tarín; el alcalde de Manresa, Marc Aloy; y el secretario de la Asociación de Iniciativas Rurales de Catalunya (ARCA), Francesc Lluch, entre otras personalidades. El representante de los agricultores que han promovido el obrador compartido fue Pere Calafell.

Durante el acto de presentación, los asistentes destacaron las ventajas del nuevo espacio de transformación agroalimentaria. Para empezar, la puesta en marcha de esta infraestructura permitirá a los payeses aprovechar los excedentes de sus explotaciones, así como abrir nuevas líneas de negocio. Además, la existencia del obrador facilitará el camino de los emprendedores que deseen incorporarse al sector agroalimentario. También servirá para acercar los productos de proximidad a los consumidores, crear redes entre productores y elaboradores e innovar en productos y formatos. Y es muy posible que se organicen cursos de cocina u otras actividades relacionadas. En palabras de Pol Huguet, concejal de Ciudad Verde del Ayuntamiento de Manresa, el espacio será un auténtico revulsivo para el sector e «incluso puede que ayude a asegurar el relevo generacional».

Para sacar adelante la iniciativa, los agricultores han contado con el apoyo de los ayuntamientos de Manresa, Artés y Navàs, municipios promotores de la Red por la Soberanía Alimentaria de la Catalunya Central. También de la Diputación de Barcelona, quien ha contribuido a la construcción de esa infraestructura con 20.000 euros. El PECT BCN Smart Rural, cofinanciado por la Diputación de Barcelona y el fondo FEDER, ha aportado otros 50.000 euros. Los 70.000 euros restantes han sido sufragados por el Ayuntamiento de Manresa.

Más detalles sobre el nuevo obrador compartido en este enlace.

— Redacción BCN Smart Rural —