El viernes 7 de mayo tuvo lugar el quinto encuentro de creatividad competitiva que organiza la Diputación de Barcelona en el marco del BCN Smart Rural , un proyecto cofinanciado por la Unión Europea a través de los fondos FEDER. Las jornadas permiten conocer de primera mano la visión de futuro de los sistemas agrarios y alimenticios que tienen los alcaldes, concejales, técnicos y expertos en desarrollo agrario de la demarcación, y entender las acciones que querrían priorizar en sus municipios . Todos estos datos, estrategias y propuestas de actuación serán recogidos en una nueva plataforma digital que está desarrollando la Diputación de Barcelona y que servirá para dar respuesta a las necesidades y retos identificados en los diferentes territorios.
Esta quinta jornada contó con la participación activa de Montserrat Barniol, alcaldesa de Alpens, Marissa Trullàs, concejala de Desarrollo Rural de Artés, y Uriel Montesinos, concejal de Promoción Económica de Navàs, entre otros responsables políticos, técnicos y expertos en ámbito de la agroecología y los sistemas alimentarios de proximidad de las comarcas del Moianès y el Bages. Todos ellos fueron invitados por Sònia Callau, responsable de la Dirección Territorial de la Diputación de Barcelona y coordinadora de la estrategia BCN Smart Rural, a «huir de visiones aisladas» e «impulsar de forma coordinada un sistema agroalimentario sostenible y en clave de proximidad».
Recuperar las huertas
Organizada en formato telemático, la sesión comenzó repasando las principales características del sector agroalimentario en los pueblos y las ciudades de la Catalunya Central. Entre los datos analizados, destaca la disminución del número de explotaciones agrarias y el aumento de su dimensión, además del predominio del cultivo de cereales, que ocupan el 74% de la superficie agrícola del territorio. También, el hecho de que el 41% de los titulares de las explotaciones tiene más de 60 años y que sólo haya un 25% de mujeres.
Pero los datos que más alertaron a los asistentes fueron la poca superficie dedicada a cultivos (sólo el 22% del total), la limitada implantación de la agricultura ecológica (sólo el 7% de la superficie total cultivada), la escasez de mercados (sólo hay un mercado municipal y dos campesinos en un territorio formado por 40 municipios y con una población de 194.500 habitantes), y, sobre todo, la pérdida progresiva de los cultivos de huerta. De hecho, según datos del último informe de análisis BCN Smart Rural, titulado “Tierras que alimentan”, ni el Bages y el Moianès tienen suficientes tierras dedicadas al cultivo de hortalizas y frutas como para alimentar a su población con productos locales.
Con la mirada en el horizonte 2030-2050
Una vez analizados los indicadores actuales, los participantes en el encuentro fueron divididos en dos grupos, donde se les animó a apuntar en el horizonte 2030-2050 y debatir sobre las siguientes cuestiones:
1. ¿Cómo facilitamos el relieve generacional y el acceso a la tierra, tanto en personas de tradición campesina como en el nuevo campesinado?
2. ¿Cómo incrementamos el valor añadido de los productos agrarios locales y la rentabilidad de las microempresas del sector agroalimentario?
3. ¿Cómo bajamos las emisiones generadas por la producción y el transporte de alimentos ? ¿Y cómo incrementamos la capacidad de secuestro de carbono por parte del suelo agrario? Es decir, ¿cómo podemos conseguir que los sistemas alimenticios de nuestro territorio alcancen e incluso contribuyan globalmente a reducir a cero su huella de carbono?
4. ¿Cómo conseguimos que el 100% de las escuelas sirvan alimentos locales o de proximidad?
5. ¿Cómo organizamos la venta de alimentos garantizando el derecho de la ciudadanía a comprar productos locales?
6. ¿Cómo impulsamos el consumo de alimentos de proximidad, ya sea en los hogares, los restaurantes o en las cantinas de empresas, hospitales, servicios públicos, etc.?
Los participantes tuvieron la oportunidad de compartir su visión sobre las propuestas de actuación y los retos de futuro en cada una de estas temáticas, y priorizar las acciones a desarrollar mediante una aplicación de votaciones en línea.
Concretamente, los expertos del Moianès y el Bages dieron una importancia especial a acercar a productores y consumidores de alimentos locales mediante sistemas de venta directa o en circuito corto ; impulsar los bancos de tierras y los servicios de intermediación gratuitos que pongan en contacto a propietarios de campos de cultivo en desuso con personas que quieran iniciar una actividad agraria; y poner en valor la alimentación de proximidad , informando a la ciudadanía sobre los beneficios que aporta su consumo para la salud de las personas y del planeta.
Más información sobre los encuentros de creatividad competitiva en este enlace.
— Redacción BCN Smart Rural —