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Boniatos. PATXI URIZ | DIPUTACIÓN DE BARCELONA
Desperdicio alimentario

Buruxka

Buruxka es un innovador proyecto piloto que ha recuperado la práctica de la lavanda para reaprovechar los alimentos que quedan en el campo después de la cosecha y redistribuirlos a personas que atraviesan una situación difícil. El espigado se centra en recoger los alimentos que quedan en el campo después de la cosecha y que no se destinan a la venta porque están algo defectuosos o golpeados. Está promovido por el Ayuntamiento del Valle de Yerri, la UPNA e INTIA en estrecha colaboración con los agricultores que ponen a disposición sus campos, entidades sociales que hacen llegar los alimentos a personas en situación de vulnerabilidad y el voluntariado que hace los lavanidos.

2020
Ayuntamiento del Valle de Yerri, la UPNA e INTIA
Elena Cereceda
Deierri, Valle de Yerri (Navarra)
Justificación y origen

Según los últimos datos de 2021 del informe de WWF “ Destinado a la basura” y del “ Índice de desperdicio de alimentos ” del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se estima que un 40% de los alimentos producidos en el mundo se pierden o se desperdician cada año, aumentando así en un 10% anteriores estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El informe de WWF indica que la pérdida y el desperdicio mundial de alimentos supera los 2.500 millones de toneladas, que suponen el 10% de todas las de emisiones de gases de efecto invernadero.

El informe de WWF además, señala que las pérdidas per cápita en explotaciones agrícolas son generalmente mayores en las regiones industrializadas, de forma que los países de ingresos altos y medios de Europa contribuyen con el 58% de las pérdidas de las cosechas mundiales, y se estima que el derroche de alimentos en las explotaciones agrarias contribuye con el 16% de las emisiones agrícolas globales.

Además, la meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 es reducir el desperdicio alimentario un 50% para el año 2030.

La iniciativa Buruxka surge de la sinergia entre diferentes entidades con la voluntad de reducir el desperdicio alimentario, inspiradas por el proyecto Espigoladors de Catalunya. Consiste en la recuperación de la lavanda como herramienta para aprovechar los alimentos que quedan en el campo después de la cosecha y distribuirlos a personas necesitadas del territorio.

Objetivos
  • Visibilizar la situación de pérdidas y desperdicio alimentario y proponer alternativas.
  • Promover una red de entidades en torno a las pérdidas y el desperdicio alimentario.
  • Promover el espigón como una herramienta de movilización y sensibilización social.
  • Analizar la viabilidad de una empresa de economía social y solidaria para la transformación de productos.
Ideas inspiradoras y cuestiones clave

En primer lugar, con la movilización de las personas voluntarias se ha podido comprobar la buena predisposición de la gente del territorio a participar en iniciativas como ésta.

Por otro lado, cabe destacar que este tipo de proyectos tienen una gran capacidad de transformación social, puesto que están poniendo de manifiesto la reflexión sobre el derroche alimentario. están agradecidas a que surjan iniciativas como ésta, y existe una fuerte voluntad para reducir el desperdicio alimentario.

Por último, es importante tener en cuenta que el trabajo voluntario de lavanda también es una herramienta útil para valorar el trabajo de las personas que se dedican al sector primario.

Presupuesto de puesta en marcha y origen de los recursos económicos

128.458,43 € para la convocatoria 2019 de las "Ayudas a la submedida 16.2 de apoyo para los proyectos piloto y para el desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías del Plan de Desarrollo Rural" - PDR de Navarra 2014-2020, en a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural: "Europa inverte en zonas rurales".

Presupuesto anual y origen de los recursos económicos

El Ayuntamiento de Yerri ha sido quien se ha hecho cargo del proyecto, una vez terminada la prueba piloto, destinando una partida presupuestaria para asegurar su continuidad.

Actualmente, se mantienen los despilfarros y se está trabajando en la adecuación del obrador. Además, se están buscando las mejores vías para la instalación de una empresa social dedicada a la transformación del producto espigado y proyectando y buscando fondos desde el Ayuntamiento de Yerri para la cofinanciación del obrador.