Autocompostaje y compostaje comunitario en Hernani
El programa de autocompostaje de Hernani consiste en la recuperación de la fracción orgánica de los desechos urbanos del municipio y la disposición de más de cuarenta y nueve casetas de autocompostaje distribuidas por todo el territorio, que permiten la gestión del 25 % del total de la fracción orgánica generada.
En la década de los 2000, la Diputación Foral de Guipúzcoa planteó la instalación de una planta incineradora de residuos cercana a la localidad de Hernani.
El consistorio municipal se declaró contrario a la iniciativa, al igual que la ciudadanía, que se movilizó en demostración de su descontento.
El Ayuntamiento decidió trabajar para ofrecer alternativas a la incineradora y nuevas soluciones a la gestión de los residuos municipales. Así pues, en 2009, el municipio se declaró "residuo cero" y empezó a aplicar políticas en esta dirección, entre las que se encontraba la implantación del autocompostaje y el compostaje comunitario.
En primer lugar, desde el Ayuntamiento se puso en marcha el sistema de recogida de residuos "puerta a puerta", que mejoró mucho la tasa de reciclaje. Pero debido al elevado coste de gestión de la fracción orgánica (ya que el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa obliga a llevarla a plantas de compostaje), este sistema seguía resultando muy costoso en términos económicos.
En ese momento se planteó desde el Ayuntamiento la creación de una planta de compostaje municipal, pero la Diputación Foral de Guipúzcoa no lo permitió y fue entonces cuando tomó más fuerza la idea del compostaje comunitario, que se hizo efectiva en 2013.
La iniciativa tiene su origen en la política municipal del Ayuntamiento de Hernani.
El principal objetivo de los proyectos de autocompostaje y compostaje comunitario, así como del sistema de recogida de residuos puerta a puerta, es el cierre de ciclos, es decir, conseguir que un mismo municipio sea capaz de generar el mínimo de residuos posible y que pueda gestionarlos con la máxima autonomía y eficiencia.
Por otra parte, también se considera que implicar a la ciudadanía en la gestión de sus residuos por medio del compostaje es una manera de subrayar la importancia de reducir los residuos en el ámbito municipal, a la vez que puede servir de ejemplo para otros territorios interesados a mejorar su gestión de residuos.
Las personas que participan en el programa de compostaje disfrutan principalmente de dos beneficios, que son a su vez incentivos. Por un lado, no deben seguir el calendario establecido para sacar su fracción orgánica, sino que pueden ir a verterla en el compostador cada vez que lo necesitan. Por otro lado, tienen una tasa municipal de residuos diferenciada por el trabajo que realizan, con una reducción del 40 %.
El papel del Ayuntamiento en el proyecto es primordial. Aunque se dota de autonomía a la ciudadanía para que haga su compost, se da un soporte continuo al proceso de compostaje. Así, se ofrecen un manual y cursos de compostaje, además de una oficina de asesoramiento abierta a la ciudadanía.
Para la puesta en marcha del proyecto, el Ayuntamiento de Hernani realizó una inversión importante en la compra de depósitos compostadores para poder llevar a cabo la actividad. Además, personal del Ayuntamiento dedicó horas de trabajo a planificar el proyecto y en montar los compostadores.
El presupuesto anual del proyecto se encuentra en torno a los 25.000 euros, provenientes del Ayuntamiento de Hernani.
Puntualmente, se ha contado con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa para ejecutar proyectos y campañas específicos de fomento del compost comunitario.