El campo catalán, cada vez más envejecido, es una realidad que no pasa desapercibida. Sin embargo, la pérdida masiva de tierras agrícolas en las últimas dos décadas, que según los datos de la Generalitat de Catalunya asciende a unas 100.000 hectáreas, es un hecho alarmante que pone de manifiesto la necesidad urgente de comprender y abordar esta problemática. Con el objetivo de dar a conocer la magnitud del problema e identificar posibles soluciones, un nuevo informe de análisis de la Diputación de Barcelona permite identificar las tierras agrícolas actualmente abandonadas o en desuso en las comarcas barcelonesas.
Según este estudio, titulado "Todo esto puede ser tuyo", la pérdida de tierras agrícolas es un problema que viene sucediendo desde hace décadas. Entre 1956 y 2018, la superficie cultivable de la demarcación de Barcelona se redujo en 120.500 hectáreas, equivalente a una disminución anual promedio de 2.000 hectáreas. Estas alarmantes cifras han motivado una profundización en el análisis para identificar la cantidad de tierras abandonadas y en desuso que podrían ser recuperadas en las comarcas barcelonesas.
Los datos más destacados del informe revelan que en las comarcas barcelonesas podrían recuperarse más de 55.000 hectáreas para la producción de alimentos. Este área representa aproximadamente el 8,1% de la superficie no urbanizada de la demarcación de Barcelona. De esta superficie, el 84,4% actualmente se cataloga en el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC) como pastos y bosques, aunque en el pasado se utilizaba para el cultivo de frutales, cereales, huerta y otros cultivos. El 15,6% restante está constituido por tierras inscritas como cultivos en desuso, abandonados o no registrados, representando 8.626 hectáreas idóneas para la producción de alimentos.
Las comarcas que destacan en términos de potencial de recuperación de tierras para cultivos son el Bages, con 7.797 hectáreas en desuso, el Anoia, con 7.060 hectáreas, y el Alt Penedès, con 6.662 hectáreas recuperables. Estas áreas podrían servir para iniciar nuevas empresas y proyectos de producción de alimentos.
El Parque Rural del Montserrat se convierte en el parque agrario con el mayor potencial de recuperación de tierras, con 4.951 hectáreas en desuso. De éstas, 989 hectáreas se consideran especialmente idóneas para empresas centradas en el cultivo del olivo y otros árboles frutales, e incluso la producción de cereales y huerta.
Además, el informe resalta la existencia de tierras afectadas por planes urbanísticos que todavía no se han desarrollado y que podrían dedicarse a la producción de alimentos. Estas tierras ocupan aproximadamente 1.598 hectáreas del total de 55.054 hectáreas potencialmente recuperables en la demarcación de Barcelona, lo que representa un 3%.
El origen de los datos
Para la obtención de estos datos, los autores del informe “Todo esto puede ser tuyo” han analizado cómo han cambiado los usos del suelo en la demarcación de Barcelona desde los años cincuenta, por lo que han contrastado datos del SIGPAC con un mapa originado a partir de la ortofotografía de 1956 de la provincia de Barcelona. También han examinado el estado del planeamiento urbanístico del territorio mediante la consulta del Mapa Urbanístico de Catalunya (MUC) y el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN). Para entender la evolución del sector primario han utilizado datos de la Declaración Única Agraria (DUN). Estos registros les han permitido entender los tipos de cultivos que se realizan y los usos reales de las tierras, además de su aptitud para la producción de alimentos. En este sentido, se han tenido en cuenta dos aspectos especialmente significativos: el grado de inclinación de los terrenos y la superficie de las fincas. Esta exhaustiva recopilación de datos ha permitido identificar terrenos en desuso y evaluar su aptitud para la producción de alimentos.
Un potencial agrícola considerable
El detallado análisis de estos datos sugiere que las comarcas barcelonesas tienen un potencial agrícola considerable que podría ser recuperado para fomentar nuevos proyectos productivos y mejorar la seguridad alimentaria del territorio. Esta información no sólo es relevante para las personas que buscan establecer nuevos proyectos agrarios, sino también para aquellas que deseen ampliar sus explotaciones. A través de la creación de parques agrarios e iniciativas como la Red de Bancos de Tierras de Catalunya, la Diputación de Barcelona busca proteger y revitalizar las zonas agrícolas abandonadas o en desuso, preservando el paisaje rural y la agrobiodiversidad.
Acerca de los bancos de tierras del programa BCN Smart Rural
La Red de Bancos de Tierras de Catalunya es una iniciativa pionera en Europa que la Diputación de Barcelona cofinancia desde el año 2018 en el marco del BCN Smart Rural. Y lo hace con un triple objetivo: recuperar tierras de cultivo en desuso, facilitar el relevo generacional en el campo y fomentar el emprendimiento agrario. Actualmente, la red acoge 10 bancos de tierras distribuidos en todo el país, aunque la mayor parte de las acciones se centran en seis de los parques agrarios existentes en las comarcas barcelonesas: el Parque Rural del Montserrat, el Parque Agrario del Baix Llobregat, el Espacio Agrario de la Baixa Tordera, el Parque Agrario de la Cuenca de Òdena, el Espacio Agrario Cinco Norias-Mata-Valldeix y el Parque Rural del Prepirineo Catalán.
Los servicios ofrecidos por la Red de Bancos de Tierras son gratuitos e incluyen la facilitación del contacto entre ambas partes, el acompañamiento técnico, el asesoramiento jurídico, la formalización de contrato, la formación continua y otras actuaciones que benefician directamente a las personas propietarias y arrendatarias de fincas agrícolas. Pero esta herramienta también tiene un impacto muy positivo a nivel social y medioambiental, ya que contribuye a reducir el riesgo de incendios forestales, preservar el paisaje, revitalizar el mundo rural y facilitar el consumo de productos de proximidad para combatir el cambio climático.
Para más información sobre estos datos, puedes escribir a Pere Navarro y Daniel Farré, ingenieros de territorio y expertos GIS del programa BCN Smart Rural.
— Redacción BCN Smart Rural —