La Diputación de Barcelona ha comenzado trabajos de gestión forestal y recuperación de antiguos pastos en las Áreas de Gestión Prioritaria (AGP) con el objetivo de prevenir incendios forestales. En concreto, se realizarán intervenciones en 160 hectáreas distribuidas en catorce fincas del Berguedà, Moianès y Osona. Esta iniciativa, enmarcada en la estrategia BCN Smart Rural, cuenta con un presupuesto de 270.000 euros.
El objetivo principal de estos trabajos es crear discontinuidades en el paisaje forestal mediante la recuperación de antiguos pastos, lo que ayudará a reducir la acumulación de combustible vegetal. Esto permitirá que los rebaños accedan al bosque para pastar, interrumpiendo el contacto entre el sotobosque y las copas de los árboles.
Las intervenciones planificadas incluyen desbroce, aclareo, recuperación de pastos, poda de árboles seleccionados y eliminación de arbustos y matorrales específicos. Estas tareas se están llevando a cabo siguiendo criterios de conservación y mejora de la biodiversidad. Por ejemplo, se dejarán algunos troncos muertos en pie y se respetarán los nidos presentes en la zona.
Planificación forestal estratégica
La provincia de Barcelona cuenta con 514.053 hectáreas de bosques, lo que representa el 66,8% del territorio total. Esta superficie aumenta cada año, principalmente debido al abandono de tierras de cultivo, que son ocupadas por masas forestales y matorrales sin control. Ante la gran cantidad de bosques en el territorio y la realidad del calentamiento global, el riesgo de sufrir grandes incendios forestales es significativo, lo que preocupa a la Diputación de Barcelona. Como respuesta, y en el marco de la estrategia BCN Smart Rural, se ha dado un paso adelante en la protección de los bosques, la recuperación de antiguos pastos y la mejora de la biodiversidad.
Sònia Callau, jefa de la Dirección Territorial Agraria de la Diputación de Barcelona, explica: «Ahora, más que nunca, es fundamental realizar una planificación forestal estratégica para prevenir incendios, lo que implica dotar al paisaje de elementos que lo hagan más resistente y resiliente al fuego». Por un lado, «es crucial proteger el mosaico agroforestal mediante la creación y mantenimiento de espacios abiertos, recuperando pastos perdidos, reduciendo la carga de combustible en masas forestales no gestionadas y fomentando la diversidad de especies». Por otro lado, «es necesario dinamizar la ganadería extensiva, reintroduciendo rebaños en el bosque y revalorizando la carne producida de manera sostenible y comprometida con el bienestar animal», añade Callau.
— Redacción BCN Smart Rural —